Las enfermedades digestivas o del tracto gastrointestinal (GI) son trastornos del aparato digestivo, compuesto por el esófago, el estómago, los intestinos (grueso y delgado), el hígado, el páncreas y la vesícula biliar.
Entre alguna de las enfermedades según el órgano comprometido están:
Las enfermedades pueden ir de leves a graves, de ahí su importancia en diagnosticarlas y tratarlas a tiempo.
Los problemas en el aparato digestivo con frecuencia pueden presentar uno o más de los siguientes signos y síntomas: dificultad para tragar, sangrado, distención, estreñimiento, diarrea, acidez gástrica, náuseas y vómitos, dolor abdominal, pérdida de peso, flatulencia, etc.
Para realizar el diagnóstico de algunas de estas enfermedades, se requieren exámenes de laboratorio, estudios radiológicos, estudios de Ph, endoscopía digestiva alta y baja, endoscopía con cápsula, colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE) y ultrasonido endoscópico, entre otros.
La mayoría de los procedimientos quirúrgicos se llevan a cabo por medio de la laparoscopía, sin embargo la cirugía endoscópica y cirugía abierta pueden ser opciones adecuadas en la resolución de ciertos casos.
De ahí la importancia del manejo interdisciplinario de estas patologías, donde se incluyen la colaboración del cirujano, gastroenterólogo, endoscopista, médico internista, radiólogo, nutricionista y psicólogo, entre otros especialistas.
Dr Francisco Poblete O.
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